Ella me hace pasar y se ve que es un apartamento pequeño, pero está arreglado muy bien y con decoraciones bonitas, se siente bastante acogedor a pesar de su tamaño.
Parecía muy nerviosa, me preguntó que si necesitaba que le hiciera algún trabajo o que fuera al despacho.
—Pues verá, señorita, estoy aquí para ofrecerle disculpas por mi trato de ayer. Sé que no la conozco y no debí juzgarla antes de tiempo.
Pero como usted sabrá, una de las empresas está sufriendo un desfalco millonario y eso me tiene frustrado, por eso reaccioné así en ese momento.
—No se preocupe, señor Cárlenton, le entiendo. Pero antes de continuar hablando, permítame un momento, voy a mi habitación a ponerme ropa decente porque no me siento cómoda estar así frente a un hombre.
—Adelante— le dije. Cuando ella se marchó a su habitación me le quedé viendo su cuerpo y, ¡por Dios! qué lindo trasero se carga, es algo bajita pero tiene muy bonito cuerpo.
Qué bueno que decidió irse a cambiar porque yo ya sentía que me le ti