Mardeli dijo que ya se había arriesgado una vez por él y que no lo podía volver a hacer.
Sin embargo, David fue muy astuto y se defendió. Dijo que él también había arriesgado su soltería para que ella estuviera a salvo, siendo ella la que inició todo el problema.
—Si tan solo no me hubieras seducido aquella vez en el baño, yo continuaría en el extranjero, pero ahora estoy amarrado a una mujer despreciable mientras la que amo no me quiere creer.
Lamentó.
Mardeli se sintió culpable. Era cierto, ella hizo explotar el escándalo de abuso sexual y ahora deberá de compensarlo.
—¿Cómo piensas solucionar lo del matrimonio?
—Me divorciaré con ayuda de abogados. Si estás dispuesta a estar conmigo, los sacaré del país a un lugar seguro y luego volveré para pelear mi divorcio.
Ellos se están dando una oportunidad. Ella le dio un plazo de dos meses, si en ese lapso de tiempo no había avance, todo se iría al retrete y cada uno tomaría su rumbo.
Planearon salir del país la semana siguiente. Un día de