Juro que pensé que se trataba de mi madre. Pero no, la voz era muy diferente a la de ella, la de esta era… coqueta, sensual y llena de arrepentimientos.
—¿Pero qué demonios haces aquí, después de tanto tiempo? lárgate por donde llegaste, en esta casa no eres bienvenida.
Yo me pongo nerviosa cuando veo a la mujer que entra casi por la fuerza a la casa. ¿Será la ex prometida de Cárlenton?
Me pregunto.
Recuerdo que en cierta ocasión él mencionó que entre nosotros no podía haber nada porque estaba enamorado de su primer amor y la esperaba con ansias.
Me apresuro a llegar a la habitación y sin poder evitarlo me pongo a llorar, ella es muy bonita, es todo lo contrario a mí, es alta, con grandes pechos y un enorme trasero.
Aunque no creo que todo eso sea natural, pero yo me siento humillada y tengo miedo de que si es ella la persona que pienso, me quite el puesto que ahora tengo al lado de Cárlenton.
Sé que soy paranoica, pero no miento que temo que eso pase y que él vuelva en su amor de