Y bueno, Cárlenton sigue insistiendo y yo… yo sigo pensándolo.
—¿Anteriormente mencionaste que tu madre vive contigo, verdad?
—Así es preciosa, ella vive conmigo.
—Pero, ¿y si ella no me acepta en su casa y piensa que soy una oportunista que me embaracé a propósito solo porque tú tienes dinero?
Cárlenton se ríe a carcajadas y me abraza. Estoy demasiado nerviosa.
—Preciosa, ya verás que mi madre te querrá más a ti que a mí, y no digamos a sus nietos. Te confieso un secreto, y es que ella desde hace tiempo me está obligando a casarme porque ya quiere ver niños corriendo por toda la casa y ahora que sepa la noticia se pondrá loquita.
Yo me tensó cuando él menciona la palabra casarse, debo decirle que si me voy a ir a vivir con ellos lo hago solo por evitar algún problema que se de en el embarazo y que yo no pueda lidiar sola.
No iré a vivir como su pareja, aún no me siento cómoda con él, o tal vez sí lo haga, pero quiero dejarlo que me ruegue por haberme abandonado y creerle a otra p