-¿En serio no es molestia?- exclamó Emilia a una de las niñeras que había contratado en la guardería.
-¡Para nada! Tú has hecho mucho por mí, es lo que menos puedo hacer por ti.- respondió la mujer.
-Es que tu horario es hasta las seis, no quiero quitarte más de tu tiempo, prometo pagártelo como horas extras.
-¡No puedo aceptarlo!- gritó la mujer- Emilia, tú me has dado trabajo en mi momento más difícil, cuidar a tu niño tan solo unas horas no es nada comparado con lo agradecida que estoy- exclamó emocionada- así que vete, tómate tu tiempo que no tengo ningún problema en quedarme hasta tarde.
Emilia sonrió agradecida y salió de allí, no sin antes abrazar a su pequeño.
-Pórtate bien ¿Si? Mami y Adrian vuelven en unas horas.
Emilia entró al coche en marcha de su amado, quien estaba esperando para iniciar viaje hacia el nuevo hogar de Emma para una rápida visita.
-¿Todo bien?- le preguntó el ex CEO como de costumbre.
-Sí, solo espero que todo esté bien mientras nos vamos- exclamó un po