-A mi familia, la quiero de vuelta. – Sentenció el hombre, sosteniendo con firmeza a su hijo.
Los ojos celestes de Emilia se movieron rápidamente hacia su hijo, vigilando cada movimiento de su ex esposo.
Si Daniel intentaba hacerle algo, ella se tiraría encima de él y no dudaría en arriesgar su propia vida en el camino.
-Daniel… no somos objetos que puedes mover de aquí hacia allá a tu encanto- exclamó la azabache tratando de mantener la calma y que su ex esposo entrara en razón- Así no funciona una familia.
Daniel sonrió ampliamente.
-¿Crees que yo quería llegar a todo esto? ¡Éramos una familia perfecta! Nos amábamos, nos casamos y tuvimos un hijo luego de tanto esfuerzo, pero…
-¿Pero?- repitió Emilia con bronca- Vamos dilo… Di que todo esto se fue al carajo cuando no pudiste aceptar a tu niño tal cual es. Porque eres un cobarde.
-Esto no tendría que haber pasado- exclamó con desprecio, observando desde arriba a su ex esposa- Ambos sabemos que si el niño salió así, es por tu culpa, e