Charlotte asiente tranquila y con ayuda de Curthwulf, se sienta en uno de los muebles con un arma en la mano, que le entrega Curthwulf.
— Iré a revisar la casa. Quizás aun este ese desgraciado aquí.
— Déjame ir contigo.
— Debes estar agotada — dice Curthwulf.
— Con todo lo que he vivido, no podría quedarme aquí sola, tengo miedo, llévame contigo — pide Charlotte y Curthwulf asiente.
Los dos se marchan y bajo las indicaciones de una mujer que corrió por toda la casa, llegan a la puerta que esta abierta, con un cuerpo que impide que se cierre. Charlotte cierra los ojos y con angustia señala el lugar.
— Allí tuvimos todo este tiempo. — informa Charlotte.
— Entraré por si consigo una pista de Gustav — dice Curthwulf y Charlotte asiente.
— Ve tú solo, no creo que pueda entrar allí otra vez. — susurra Charlotte y Curthwulf asiente.
Sabiendo que no puede presionar a Charlotte, entra a la habitación donde están los rastros de una habitación desastrosa donde las cadenas con las que ataban a Ch