Una semana después
La búsqueda no había salido como esperaban. Nada en si estaba saliendo así. Solo habían escuchado más de lo que Curthwulf había hecho en ese mes y es que, mientras Curthwulf ignoraba que Charlotte estaba secuestrada, tres lobos alfas habían ido hasta donde estaba siguiendo su aroma y estos habían sido asesinados por Gustav sin mucha molestia.
Encontrarlo, siempre era complicado, porque la habitación donde se encontraba, en realidad, era un contenedor del que solo necesitaban conectar a un camión y marcharse a cualquier lugar de suiza, donde sus rastros eran borrados por un aliado, uno que Curthwulf quería encontrar.
— Señor…
— Si no tienen algún dato de Gustav o quien lo ayudó en esto, pueden largarse.
— La señora sigue llorando y no come. — informa Retmus.
no había un solo lobo que no supiera lo que ella había soportado por la tortura que Gustav le había hecho solo por sacarle información de la manada y por ello, todos estaban atentos a lo que pasaba entre ellos.
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