La amenaza de una ex con el descaro de decirte todo lo que me dijo Charlotte ha seguido rondando mi matrimonio. O más bien, mis más profundos temores. Sé que no debería estar pensando en esto, ya han pasado tres meses desde ello, pero me es inevitable pensarlo mientras veo cómo arman el set de fotografía en nuestro departamento.
Hoy era un día muy importante para Junior, este adorable y pesado bebé que cargo en mis brazos: era su primer cumpleaños.
—Mira… es tu pastel de cumpleaños, ¿te tomaremos muchas fotos con él? — le hablo.
Junior me sonríe tanto como yo le sonrío.
—Mamá – Juni — responde emocionado.
—¿Quieres que nos tomemos fotos juntos? — le pregunto.
Él me responde balbuceando, como si estuviese hablando un idioma que yo entendiese a la perfección, y hago rostros de que sí, que lo entiendo perfecto. Sobre Junior llamándome mamá, sólo pasó y no lo corregí, tampoco se lo enseñé, aunque me temó que quien se lo enseñó fue Helly o el resto de sus cuidadoras.
Al final ni me pesa mu