Apenas nos sentamos en la mesa con Rowan, ya sé que habrá problemas por su sonrisa. He tratado de indagar qué le pasa a ese señor, pero todas mis teorías terminan fallando una y otra vez. Por los momentos mi objetivo principal sigue vigente, que nadie se enteré de la condición de Damián.
Así que, al estar en la mesa compartiendo esta con los hermanos, y el padre de la familia Stewart, además de Rowan, mis defensas están lo más alto posible.
—¿Dónde se habían metido los dos? Me estaban preocupando — menciona Rowan que no para de ver a Damián.
—¿A ti qué te importa? — responde Dan sin una pizca de agrado.
Semejante comportamiento sorprende a los Stewart, a mí me hace abrir muchos los ojos y fingir una risa. Una que es seguida por compromiso por la familia, en cambio, Rowan entre cierra sus ojos en una sonrisa interesante. Como de placer.
¿Ya lo sabía? ¿Qué este era Dan y no Damián?
—Tampoco es para responderle así a tu abuelo, cariño. Se preocupa por nosotros, siempre lo hace… en exceso