Narrado por Levi Brown
Las lecciones difíciles nos las solía dar Leandro. Algunas veces por individual, la mayoría juntos, porque nos mentíamos en el mismo problema casi siempre. Inseparables, pegados por pega y por defectos de carácter similares.
El trayecto a su despacho se siente más como una procesión fúnebre, no ayuda que a mitad de camino nuestro padre nos ceda el paso, y sea él quien cuide nuestras espaldas. Eso le da un toque extra de ansias al regaño que nos dará, o al castigo que nos dará.
Primero entro yo, después Luke, ambos ocupamos un asiento frente al escritorio de la disciplina. Pero en lugar de ver a Leandro sentándose en su silla a nuestro frente, lo que escuchamos es el sonido de la puerta cerrándose.
Los dos nos sorprendemos, aunque Luke es quien se levanta rápidamente a intentar abrirla. No puede hacerlo.
—¿Papá? Vamos, no nos puedes dejar encerrados. No somos niños — protesta él incrédulo intentando abrirla.
—¿Seguro que no lo somos? Nos acabamos de comportar com