Narrado Luke Brown

Yo que pensé que no podía recibir un regaño más grande que los que recibí en mis 20s, estoy recibiendo el más apoteósico que pueda recordar en mis 30s. Irónicamente, en mis santos 30s. El motivo principal, bueno, había muchos motivos principales. Todos me los estaban sacando en cara Leandro y Lucía ahora que el doctor nos ha dado el diagnóstico de Levi, y nos ha dado “privacidad” en esta sala de espera.

El doctor se fue sin saber que su presencia podía evitar mi asesinato, figurativo, por mis padres. Aunque puede que sí me terminen matando, porque Levi estaba siendo tratado y lo subirían a una habitación para hospitalizarlo.

—¿Te das cuenta de lo peligroso que pudo ser que saltasen por la ventana en la condición de tu hermano? — me recrimina mamá.

—Lloviendo, con anemia y deshidratado. Meditaron hacerle una transfusión de sangre. ¿Lo puedes comprender? — continúa Leandro.

Tengo que usar mis manos como escudo, porque es que mis papás están tan molestos que en cualqui