Sarah era una niña dulce, extrovertida y muy feliz, sin embargo por las noches, extrañas pesadillas le arrebataban el sueño, causándole angustia y temor. Lo que todos creían que solo eran malos sueños, en realidad, eran visiones que le mostraban a la pequeña, su desconcertante e inesperado futuro. Una noche de tormenta cuando retornaba de vacaciones con su familia, un trágico accidente, les arrebató la vida a los padres, siendo adoptada junto con su hermano Ian, por una manada de lobos, haciéndole recordar a la pequeña, aquellas visiones que tenía. Se esperaba que al transcurrir el tiempo cuando Lyam Black, el primogénito del Rey Alpha, cumpliera la mayoría de edad, contrajera matrimonio con Sarah y así, cumplir la profecía, sin embargo, los planes de este, se ven truncados cuando la joven es secuestrada por una manada enemiga, los cuales, tiempo después dan muerte al viejo Rey. A raíz de la desaparición del Alpha, Lyam tuvo que liderar la manada desde muy niño y de la misma forma, debía hallar inmediatamente a su Luna, pues, todos corrían un peligro inminente, pero solo se llevaba grandes desilusiones que lo arrastraron a ser un Rey incrédulo y despiadado. Aún así, en el fondo de su corazón, tenía viva la esperanza de hallar a esa mate que tanto ansiaba, no solo para liderar su reino y salvar a su gremio, sino para cumplir el último deseo de su padre: "Unirse eternamente a su Luna". Un Reino y un Rey, no son nada sin su Reina... ¿Cuál será el destino del Rey Alpha y su manada? ¿Encontrará en Sarah a la luna que tanto ansía su corazón? ¿Cuántas pruebas tendrá que pasar para llegar a ella? Una historia desbordante de romanticismo, fantasía, y emoción que te llevará a descubrirla, y a vivirla en carne propia.
Ler maisDe un verano feliz a un invierno de pérdida y dolor.
(12 años atrás)
La familia Gold Myerston estaba de vacaciones de verano en las playas de Brighton, habían alquilado una cabaña pequeña pero muy cálida y acogedora, para pasar una semana diferente a las que acostumbraban cada vez que podían echarse una escapada con los niños, de manera que compartían y disfrutaban de ese mágico espacio.
Por las mañanas tomaban el sol, los niños jugaban en la arena y a la orilla de la playa, recibiendo la energía de las palmeras, contemplando la inmensidad del mar y las bellezas que ofrecía aquel hermoso lugar.
Sarah era una niña de cinco años, mientras que su hermano Ian, era un poco más grande, ambos eran muy apegados a sus padres, quienes siempre les profesaban su amor y sus cuidados a cada momento, así como fomentar los valores para ser siempre unos buenos niños.
La última noche que pernoctarían en la cabaña que alquilaron durante las vacaciones, mientras los padres estaban en la sala de estar, los niños miraban en su tablet, lo que sus progenitores llamaban programas prohibidos, ya que les ocasionaban sentimientos de temor y miedo, sobre todo a la pequeña Sarah.
━Hermanito, ¿qué estás mirando? ━pregunta Sarah, acercándose.
━Nada que debas ver, estás muy pequeña para esto. ━le contesta Ian, evadiendo la vista de su hermana.
━Muéstrame, quiero ver. ━insiste la pequeña niña.
━Es una película de hombres lobos, pero no deberías verla, si mamá se da cuenta me regañará.
━Déjame verla, yo no le diré que tú me mostraste nada.
━Bueno, si quieres, solo no quiero que mi mamá me vaya a regañar después.
La niña se acomodó junto a su hermano, mirando las imágenes de la película, lela, apenas despabilaban, pues les parecía emocionante ver cómo los hombres se encorvaban, transformándose en lobos y aullaban a la luna llena.
De pronto entra la mamá a la habitación.
━Vamos niños, es hora de dormir, ¿qué están viendo allí? ━pregunta al escuchar el aullido de los lobos.
━Nada mamá, nada, solo son unos anuncios. ━contesta Ian, tratando de ocultar la tablet debajo de los cojines del sillón.
━A ver, muéstrame Ian. ━insiste, mirando a sus hijos, toma la tablet entre sus manos para chequear la programación, al darse cuenta, pregunta ━¿Cuántas veces les he dicho que este tipo de programas no los pueden ver?, sobre todo tú Sarah, ver esas películas te ocasionan pesadillas recurrentes, ya hemos hablado de esto.
━Mamá pero no me da miedo, solo son sueños… de mi otra vida puede ser, o de alguna misión que tengo, cuidando a los perritos. Sabes que me gustan mucho los animales.
━Sí, Sarah, sé que te gustan mucho los animales, los perros sobre todo, pero ya hemos tenido largas conversaciones acerca de este tema, además los perros y los lobos, son razas diferentes y hacen cosas distintas, los lobos de estas películas son malos y eso no te hace bien a nivel psicológico, de hecho, estás muy pequeña para hablar de misiones en la vida ¿Qué cosas son esas?
━Pero es fantasía mamá. No me da nadita de miedo. ━insiste la niña.
━¿Estás segura que no te da miedo?, si cuando tienes las pesadillas te despiertas gritando y sudando, asustada, ¡Vaya cuidadora de perritos! ━se burla Ian, haciendo mofa a su hermana.
━¡Ian!, tú haz silencio, que en este momento, eres el responsable de esto. Ahora, váyanse a dormir, no quiero escuchar una palabra más acerca del tema, ¡Ah! y la tablet, por los momentos está decomisada, al menos hasta que aprendan a obedecer, sobre todo tú Ian, que eres el más grande y el que debe darle el ejemplo a su hermana.
━Pero mamá…
━Nada de peros, métanse ahora a la cama y a dormir.
━Por tu culpa me quitaron mi tablet ━susurra Ian a su hermana.
━¡Basta, Ian! El tema está cerrado y no se discute más, ¡A dormir!
Los niños obedecen a su madre y se van a la cama, esta los arropa, les da la bendición, los besa en la frente, apaga las luces y sale de la habitación.
En el transcurso de la madrugada…
━No, no, por favor, aléjense de aquí, tengo miedo, ¡Mamá! ¡Mamá! ¿Dónde estás? ¿Por qué me has abandonado? ¡Aléjense! ¡Mamaaá! Esos lobos me quieren morder ¡Mamááá!
━¡Sarah!, ¡Despierta hija! Es solo una pesadilla, despierta pequeña. ━le dice la mamá acercándose a la niña y brindándole consuelo, abrazándola, secando su sudor y arrullándola.
━Mami, tuve un sueño donde unos lobos estaban alrededor de mi, y ni papá ni tú estaban, me habían abandonado. Yo tenía una tiara que brillaba, pero tenía miedo. Sus ojos eran rojos y amarillos, ellos me miraban fijamente, no me querían dejar ir, cada vez que lo intentaba, me mostraban los colmillos. ━decía la niña mientras se incorporaba, sentándose en la cama.
━Ya mi niña, fue solo un sueño, sabías que esto podría pasarte luego de ver esa película prohibida. ━le repetía su madre mientras le acariciaba la cabeza.
━Mami pero a pesar de que sentía miedo, me pareció que ellos tenían que decirme algo, por eso no me dejaban ir, aunque por un momento, me sentí protegida, y yo tenía esa coronita, como si fuera una reina para ellos.
━¿Qué dices Sarah?, por favor, eso solo puede ser producto de tu imaginación, ¿Cómo vas a ser una reina para una jauría de lobos? ━le pregunta susurrando para evitar que Ian, se despertara.
━Sí mamá, ahora que lo pienso, parecía más bien un mensaje de ellos o de ese muchacho que apareció delante de los lobos, como si fuera su jefe.
━¿Un mensaje? ¿Un jefe de lobos? ¡Ay, Sarita!, mejor ya acuéstate a dormir y deja de estar viendo esas películas, para evitar esos malos sueños. El lunes a primera hora, llamamos a la psicóloga para hablar del tema, pero por lo pronto vamos a seguir durmiendo, ¿está bien?
━Está bien mamita, pero, ¿puedo ir a dormir con papi y contigo? ¿Sí?
En ese momento, entra a la habitación el padre de los niños, quién les pregunta qué ha pasado que hace un momento había escuchado unos gritos, a lo que responde su esposa.
━Sarah, que tuvo nuevamente una de esas pesadillas con lobos.
━Sí papi, y le preguntaba a mi mami, si me podía ir a dormir con ustedes, ¿podré? Por favorcito, papito. ━le dice la niña mientras junta sus manitas en modo de oración.
━Claro que sí mi pequeña, vente a dormir con nosotros, ━le dice mientras le abre los brazos para cargarla y llevarla con él a la habitación.
A la mamá no le quedó de otra sino asentir, apagar la luz y volverse a su cama a seguir durmiendo, pues al día siguiente le esperaba un día ajetreado y a su vez, el retorno a la ciudad para continuar con su rutina diaria.
La niña se acomodó en medio de sus padres y abrazándose a ellos, se quedó dormida.
Durante la madrugada, mientras todos duermen, a Sarah le dan ganas de orinar. Se despierta y piensa en avisar a su mamá para que la acompañara, pero en vista de que ya la había despertado con su pesadilla, decide no hacerlo, trata de aguantarse y volverse a dormir para evitar ir sola al baño, pero siente que no puede hacerlo por mucho tiempo, por esa razón aunque sentía un poco de miedo por la oscuridad, se arma de valor y se levanta de la cama cuidadosamente para bajar al baño.
Afuera el viento es tan fuerte que abre el ventanal dejando entrar la poca luz de la luna llena, que iluminaba muy tenue los rincones de la habitación. Sarah, abre la puerta y se dispone a salir, cuando escucha un sonido seco que la asusta, dejándola inmóvil y que la incita a devolverse, sin embargo, las ganas de orinar se hacen cada vez más incontrolables por lo que respirando profundo, decide continuar su camino por el oscuro pasillo.
«No pasa nada, todo está bien, todo está bien», piensa la niña mientras va caminando por la alfombra, descalza.
La pequeña Sarah, siente como si alguien la estuviera mirando en la oscuridad, de modo que va paso a paso, con los ojos muy abiertos, bajando las escaleras una por una y agarrándose de la baranda, pensando que todo era producto de su imaginación. Armándose de valor, entra al sanitario, como no alcanza al interruptor para encender la luz, va tanteando hasta llegar al váter.
Cuando se dispone a devolverse a la habitación, escucha como si alguien respirara muy cerca de ella. El miedo vuelve, pero debe regresar a la cama, escucha una voz en su mente que la llama «Sarah», pero no hay nadie alrededor.
La niña apura el paso, muy asustada, cuando de repente voltea hacia la ventana de la sala de estar y ve unos ojos azules a través del vidrio, trata de caminar más rápido, pensando que no había visto nada, que no había nada allí, pero vuelve a escuchar la voz en su cabeza:
«Sarah, ven aquí, te necesitamos»
«Tu lugar está aquí con nosotros»
«Eres la única que nos puede salvar»
La niña no entiende porqué escucha esas voces, pero algo le impide que continúe su camino, lo que la deja paralizada por un instante, «Esto es un sueño, no está pasando», se dice mientras se tapa los oídos y cierra los ojos con fuerza, de pronto, vuelve su mirada a la ventana y unos destellos brillantes le muestran a unos lobos blancos, encorvándose y transformándose en humanos y a ella, con una tiara, en edad adulta, de la mano de un apuesto chico de ojos azules acercándose a su oído, susurrándole «Sarah, estás destinada a mí».
Sarah se sorprende por lo que ven sus ojos en el resplandor de la luna, ya no escucha las voces en su cabeza pero está confundida… El miedo permanece, latente, por lo que se devuelve con rapidez a la habitación, metiéndose a la cama, abrazándose a su papá e intentando conciliar el sueño, repitiéndose que lo que había visto no era real.
El silencio del crepúsculo se rompió por el trote de los caballos. Kalen, con su rostro oculto bajo la sombra de su casco, cabalgaba al frente de sus hombres, adentrándose en las profundidades del Bosque de los Lamentos. El aire, denso y frío, parecía susurrar advertencias que solo las criaturas del bosque podían escuchar.Su destino era el corazón de un antiguo círculo de piedras, un lugar infame donde las brujas hechiceras se reunían para tejer sus oscuros encantamientos con fines sangrientos. Era allí donde, según los espías de Golnet, se encontraba la Luna Destinada, la pequeña Sarah, custodiada por las brujas que la habían mantenido oculta durante tantos días.Kalen, el supuesto protector de la niña, y fiel amigo del Rey de la manada Luna Plateada, llevaba la armadura de Demetry, pero su corazón latía al compás de la traición de Golnet. Su misión era simple: simular un rescate, tomar a la niña y llevarla directamente al castillo de Golnet. La recompensa prometida era inimaginable
El Rey Demetry apretó la mandíbula, sintiendo el nudo de la desesperación en su garganta. Conocía a Golnet mejor que a nadie, y la sola idea de encontrar una solución pacífica era tan absurda como intentar detener la marea con las manos o las garras. Golnet no deseaba un acuerdo, deseaba el poder.La profecía de la Diosa Luna, que unía a sus tribus a través del matrimonio de sus hijos, era el único obstáculo real en su camino. Y a sabiendas de que Golnet no dudaría en hacer cualquier cosa por detenerla, Demetry sabía que el conflicto se cernía sobre ellos como una tormenta.Afuera, la melancolía de la tarde-noche envolvía el jardín. Lyam, con las manos entrelazadas a su espalda, se detuvo ante un rosal y tocó una de sus espinas, pensando en la forma en que el mundo de los adultos parecía marchitar la belleza de todo lo que tocaba. Cerca de él, en un banco de piedra escondido entre los arbustos, Ian estaba absorto en su dolor. Sus ojos, antes llenos de la luz de la infancia, ahora refl
Los jovencitos volvieron a la aldea, un tanto decepcionados, tal vez, por no alcanzar el objetivo, por no haber encontrado a la pequeña Sarah, a pesar de su intuición, o lo que ellos veían como tal. Ian, al llegar, entró rápidamente con dirección a su habitación, necesitaba estar solo y así pensar, qué podría hacer para hallar a su hermana, pero antes... necesitaba descargar toda esa rabia y esa tristeza que llevaba a cuestas. Su vida había dado un vuelco muy fuerte, algo que no se esperaba. En cuestión de solo días, había perdido su felicidad, a sus padres, su hogar, su vida y, por si fuera poco, a su hermana, su pequeña hermana a quien había prometido cuidar y proteger del mundo entero, si así fuera necesario. No era fácil, la verdad, no lo era. —¡Esta no es la vida que yo quería vivir! ¡Me siento muy mal, muy mal! ¡Mamita, ¿por qué no nos llevaste contigo? Tal vez, en el cielo... seríamos felices como lo fuimos aqui en la tierra. —susurraba Ian entre sollozos, acostado boca abajo
El hermano de Sarah, Ian, en compañía del príncipe alfa caminaban por el bosque, en busca de la pequeña Luna, gritaban su nombre tras cada paso, con la esperanza de encontrarla pero sus intentos, han sido fallidos. Lyam, con el corazón lleno de tristeza y el conocimiento de que aquel señor es un ser malvado y sin alma, lo desbordaba de preocupación, sin saber si su princesa destinada seguiría o no con vida. Había estado buscando a su amada princesa Luna durante días, pero no había logrado encontrarla, ni siquiera con la ayuda de los hombres que trabajan para su padre. Por su parte, la luna llena brillaba en lo alto del oscuro cielo, iluminando el camino del príncipe mientras continuaba su búsqueda.—¡Sarah! ¡Sarah! —gritaba una y otra vez, Ian, quien no desistiría hasta encontrarla.—¡Sarah, ¿me escuchas? —preguntaba Lyam, con esperanza de escuchar su voz melodiosa.Los muchachos intentaron varias veces llamar a la pequeña Sarah, quien no respondía y a quien los lobos de la manada Lun
El viejo Alfa estaba convencido de que su hermano, el Rey Golnet, devolvería a la pequeña Luna, para que la profecía se cumpliera a tiempo, tal y como estaba previsto, pero esos, no eran precisamente los planes de aquel malvado Alfa.Mientras estos regresaban cada uno a sus respectivas manadas y reinos, la pequeña Luna se encontraba cautiva en una cueva oscura y llena de bichos. Se sentía sola y desprotegida, pero sabía que aún así, alguien la estaría buscando. Cada vez que sentía que no podía más, recordaba aquellos mensajes recibidos a través de las pesadilas que de niña tenía y que ahora, como un futuro incierto, le aguardaban.—Si alguien pudiera venir por mí. ¡Ian! ¿Dónde estás? ¿Por qué no has venido a buscarme? ¡Prometiste que siempre me cuidarías! ¡Auxilio! ¡Ian! ¡Lyam! ¡Señora Dorys! Alguien venga a rescatarme por favor —pensaba la jovencita y a su vez, hablaba en voz alta —¡Sáquenme de aquí! ¡Por favor! La pequeña Sarah, cautiva en algún lugar del Bosque Oscuro, pedía a gri
Resbalaba la tarde en el horizonte. El sol se ocultaba lentamente detrás de las montañas, tiñendo el cielo de tonos anaranjados, rojizos y dorados. Un paisaje poético e inspirador. En el corazón del bosque oscuro, los dos reyes alfas lobos se encontraban frente a frente. Sus miradas eran intensas y llenas de un pasado doloroso. El Viejo Rey, había sido el responsable de arrebatarle, quizás sin mala intencion su mate a su hermano, Golnet, quien perdió al amor de su vida, pero en el corazón no se manda, y fue Lidia, quien decidió que su vida la compartiría con Demetry, el hermano de este. Golnet tenía el pelaje oscuro y brillante, sus ojos azules reflejaban la tristeza y el resentimiento guardado, que había llevado durante años, martillándole la conciencia. Demetry, por otro lado, era más grande y musculoso, con un pelaje gris plateado y ojos ámbar llenos de dolor y arrepentimiento por todo lo que habían experimentado en el pasado, así como la tristeza de saber que su hermano y él, ha
Último capítulo