—Llévame al centro —declaró Andrew a su chofer en cuando el vehículo se movió.
De camino, miró por la ventana y reflexionó sobre lo sucedido.
Él era un hombre de negocios en diferentes ámbitos, y eso naturalmente le traería problemas; sin embargo, ¿y si era algo más? Seguía con la idea de que solo alguien que hubiera escuchado a la niña llamarlo papá, y tuviera algo en su contra, iría a por ella; sin embargo, ¿no parecía eso demasiado simple?
Resopló y cerró los ojos, pensando en el momento que vivió antes, y unos orbes aguamarina centellearon en sus pensamientos, recuerdo de un momento de debilidad que experimentó.
¿Debilidad? ¿Él?