29. Preocúpate por recordar cuál es tu lugar
La mañana siguiente había llegado y Sofía prácticamente tuvo que rogarla al testarudo alfa que la dejara salir de la habitación y continuar con su trabajo en la morgue improvisada, pues al parecer el hombre creía que estaba enferma o discapacitada debido a lo ocurrido el día anterior.
Aunque debía aceptar que esa faceta protector que estaba teniendo Gabriel con ella le gustaba mucho más de lo que debería y Dios, mejor ni hablar de lo que el hombre le había hecho en aquella cama, porque esa era otra cosa: había dormido en la habitación del alfa.
Estaban pasando tantas cosas en tan poco tiempo que sinceramente no sabía cómo sentirse al respecto de nada y trabajar y tener la mente ocupada era lo mejor que podía hacer en esos momentos.
Y eso era justo lo que estaba haciendo, Sven estaba silencioso a su lado, el lobo no le había quitado los ojos de encima y ella sabía que estaba preocupado, pues según lo que sabía él había presenciado todo lo ocurrido la noche anterior.
Ella estaba a pu