30. ¿Piensas aceptarme como tu luna?
Sofía se recargó en la mesa, observando cómo Azaleia examinaba detenidamente las imágenes. Después de un momento de silencio tenso, Sofía decidió romperlo.
— Azaleia, hay muchas cosas que no sé sobre tí. ¿Cómo llegaste a estar involucrada en todo esto?
La bruja levantó la mirada y soltó un suspiro. Sus ojos bicolor revelaban una mezcla de tristeza y determinación.
— Mi historia es antigua y complicada, Sofía. Pero en resumen, he vivido muchos años, he visto imperios levantarse y caer, y he sido testigo de eventos que cambiarían la percepción del mundo para siempre.
Sofía se quedó boquiabierta. Sabía que la mujer tenía una presencia única, pero no había imaginado cuánto conocimiento y experiencia podía albergar.
— ¿Cómo estás conectada con lo que está sucediendo aquí? Como llegaste a servir al alfa —preguntó Sofía con curiosidad.
Azaleia dejó las imágenes sobre la mesa y se recargó contra ella, mirando a Sofía con seriedad.
— Gabriel no solo es el alfa, Sofía, él es el rey del mundo sob