Vanessa llegó echando chispas a su apartamento, lanzó la puerta, y las llaves las soltó sobre un cuenco de cerámica. Respiraba agitada, tenía el semblante lleno de contrariedad.
—¡Y esa energía tan fea que te cargas! —exclamó Caroline, mirando atenta a su hija. —¿Problemas?
Vanessa dejó caer su cuerpo en un sillón, resopló.
—La señora Knight me echó del concesionario —musitó—, es la mujer más amargada, e insoportable que he conocido, solo piensa en el dinero y la posición social —gruñó y empezó a narrarle a su mamá, la charla que tuvo con Rose.
La mirada de Caroline cambió por completo, sus ojos se volvieron oscuros producto de la ira, y la impotencia.
—Si no fuera una anciana, yo misma iría a buscarla y la arrastraría —rebatió arrastrando las palabras. —¿Cómo se atrevió a chantajearte con Hope? —cuestionó resoplando con molestia.
Vanessa deglutió la saliva con dificultad.
—Eso es lo que más preocupa, esa mujer va a utilizar todas sus armas, para quitarle la custodia de Hope a Ry