Vanessa contuvo el aliento, apretó con su fuerza sus puños conteniendo el deseo de tomar del brazo a la anciana y sacarla a la fuerza de la oficina. Resopló y negó con la cabeza.
—Señora, parece que usted cree que el dinero puede comprarlo todo, pero se equivoca, Vanessa Johnson no está a la venta, y no me pienso alejar de la vida de su nieto —enfatizó, la observó plantando su profunda mirada en la mujer—, lo haré solo cuando sea el propio Ryan el que no me quiera cerca.
La anciana bufó, y gruñó como un perro enfurecido.
—Fingir hacerte la digna no te va conmigo, pero te plantearé la propuesta de otro modo: Deja en paz a Ryan, aléjate de nuestras vidas, y yo no haré nada para quitarle la custodia de Hope. —Se acomodó los lentes, sonrió de lado—, si tanto te importa el bienestar de mi biznieta, toma la mejor decisión.
Vanessa abrió los labios, se quedó helada, el tono en el cual Rose Knight habló no fue precisamente una propuesta, sino más bien una amenaza.
«¡Esta mujer no puede qu