No puedo evitar sonreír, mirando como mi querido hijo corre detrás de Daniel, mientras los dos juegan en la sala.

Ha pasado casi una semana desde el incidente con Andrei y esos tontos que vinieron intentando hacerle daño a mi bebé. Desde entonces Andrei ha estado mejorando bastante, iniciamos su tratamiento con el doctor de la manada, y tenemos muchas esperanzas de que en los próximos meses su enfermedad se cure por completo.

Ver a mi hijo tan bien es un alivio, Andrei nunca ha tenido algo como esto, una vida normal…

En casa Andrei siempre fue rechazado por Adan, mi hijo estaba enfermo y no era tan fuerte como su padre, lo que ocasionaba que Adan usualmente lo haga a un lado y lo moleste por no ser tan bueno como su “heredero”. Y aunque Adan lo rechazaba, tampoco le permitía tener una vida normal, y así como a mi mantenía a Andrei encerrado en la mansión del líder de la manada del norte, sin amigos, sin una vida normal…

Es por eso que mi hijo es tan tímido, yo nunca fui lo suficientem