Susan los esperó con el coche de Leonard, era el último año de Ethan y comenzaría la universidad. Cuando la vieron ahí parada, se extrañaron.
- Tía ¿Cómo estás? – La saludó Naomi.
- Hola, pequeños… -
- ¿Qué haces aquí? – Le preguntó Ethan.
- Vine por ustedes porque Daniel y Deanna están en el hospital, van a nacer sus hermanas –
¡El grito descontrolado de Naomi! Prácticamente arrastró a todos al coche.
- Cálmate, Naomi, aún falta. No te pongas nerviosa – Quiso calmarla Susan.
- ¡Vienen mis hermanas! ¡Quiero llegar! –
Por algún motivo, de los tres hermanos, ella era la más ansiosa. Y es que finalmente tendría hermanas; si, se llevarían unos cuantos años, pero no estaría sola. Fue quien durante todo el embarazo le hizo gastar una pequeña fortuna a Daniel eligiendo pequeños vestidos, cintas para el cabello, zapatitos diminutos y todo por partida doble. La emoción que ella guardaba era enorme.
Ethan, por otro lado, no sabía bien que sentir. Estaba feliz y contento, como cuando habían naci