Después de todo lo que había pasado, aún no podía creer que estaba aquí. Yo había sido un hombre con una idea muy fija y estructurada de que era lo que quería con mi vida. Y de repente me encontraba viviendo una vida muy diferente. Lisa y yo nos habíamos tomado un par de días para organizarnos y acoplarnos en la nueva vida y rutina familiar.
Ya me había comunicado con el Hospital en Alemania y había comentado mi cambio de decisión debido a motivos personales. Por supuesto que tenía que encontrar a alguien que me reemplazara lo antes posible, pero ya tendría tiempo para dedicarme a eso.
En cambio, yo... pasaba las últimas horas acurrucando a una niña pequeña en mis brazos, dándole de comer, y la mayoría de las veces... simplemente viéndola, ahí en la cuna. Es como si fuese un pequeño y sorpresivo regalo que nos había caído de repente, cosa que así era.
Me deleitaba en los pequeños momentos en que Olivia me veía, hacía suaves sonidos, en tocar su cabello, en como ya parecía reconoce