Tatiana
—Por supuesto que no quiero que te quedes aquí encerrada, pero… necesito que estés siempre con Noemí, o con mi madre... ni siquiera confío en los guerreros— dice él preocupado besando mi hombro.
—Estoy segura de que todos son leales, son tu gente Sebastián— le digo y él suspira acarician