GABRIEL Me sentía culpable por no haber creido en Samantha desde el principio, la furia me habia cegado por completo, debí saber que ella daria todo por mi, y yo no confíe lo suficiente.Debia pedirle perdón, de corazón.Llegamos a casa, se ocupó de nuestro hijo, y él se durmio rápidamente, en brazos de su madre.-Es tan lindo, como tú, cuando no te enfadas por supuesto- lo acostó en su cama y lo arropó.- Ven conmigo- le dije.Nos sentamos en el tapete, en su lugar favorito, la mancha aún seguia ahi, me quité los zapatos para estar más cómodo. -Sam, quiero pedirte perdón, por no haber confiado en tí, debi saberlo, y fui un imbécil por haber pensado que me habias traicionado.- No necesitas hacerlo, Gabriel, con saber que me amas como yo te amo, es suficiente para mí. -Te amo, más de lo que te puedas imaginar, creo que por eso dolió tanto.Se acercó a mi y me besó, como la primera vez que lo hice, justo en este mismo lugar, hizo que me recostara y siguió besándome, la abracé, y acar
SAMANTHA Me sentía tan feliz, que me asustaba, Gabriel se habia portado tan lindo conmigo en estos últimos dias, después de casi todo estaba perdido, él no había dejado su actitud sobreprotectora ni mucho menos habia dejado de ser arrogante, creo que eso nunca cambiaría y para mí, lo hacia muy especial. * Habia pasado todo un mes y aún no podía ponerme a trabajar en mi tienda, tenía muchas ideas en papel pero nada habia sido llevado a cabo, Gabriel era excesivamente precavido, tratándose de mi o de mi hijo. -Ya ha pasado tiempo, Gabriel, necesito hacer algo más que estar aquí, necesito trabajar, tengo mucho que hacer y aquí no puedo. El me miró algo molesto. -Te lo dije Sam, todavía hay riesgos, no puedo permitir que te pase nada, ¡además no necesitas trabajar!, eso que te quede claro, sabes que yo puedo darte todo lo que tu quieras. - No se trata de eso,¿no lo entiendes? sé que tienes el dinero suficiente como para comprar un pais, pero debo hacer algo más. - Lo di
Ya habian pasado muchas horas desde que Gabriel se había ido, aún no me llamaba, lo que era extraño, él siempre lo hacia, queria llamar a Marie, a Antonio, no sabía que hacer, mi ansiedad estaba al mil, no era buena señal.Decidí llamarle, pero solo saltaba el buzón de voz, ¿qué estaba pasando?Entonces traje a Carlos, que se habia quedado vigilando en casa.- Tú debes saber que está pasando, sé que solo están a una hora de vuelo, asi que dime por favor.- No lo sé, señora, pero trataré de averiguarlo.Me sentía tan insegura, salí a hablar con Carlos a la habitación donde controlaban todo.- Dime que ya sabes algo.- Aún no.Vi a través del monitor que se abrieron las puertas del elevador,y vi a Gabriel acompañado de Adrian, salí de ahí a su encuentro, y lo abracé.- Oye, tranquila, princesa- me miró extrañado.- ¿que pasa?- No me llamaste, siempre me llamas.- Lo siento, tuvimos problemas con el avión, decidí posponer el viaje.Miró a Adrian, con gesto preocupado, no dije nada en ese
SAMANTHA Llame a mamá y a Julia, queria decirles lo que pasaba y lo que iba a hacer, no estaba segura si hacia lo correcto, el dejar a Gabriel para no sentirme inútil, para tratar de valerme por mi misma, para empezar de nuevo con mi vida, con mi hijo, porque a pesar de todo el drama, de todas lo que pasaba alrededor de nosotros, amaba a Gabriel con todo mi ser, y sabía que eso no iba a cambiar, pero habia estado bajo mucha presión y no me sentía bien.Gabriel se habia ido furioso, solo esperaba que no hiciera alguna locura.Me dedique a guardar mi ropa y la de Diego, mientras no estaba, solo llevaria dos maletas, no necesitaba más. Mi hijo ya dormía, escuché a Gabriel llegar a casa, se metió a la ducha, tal vez pensó que dormía, pero no podía, cuando terminó, se acomodó junto a mí en la cama, me atrajo hacia él y me envolvió en sus brazos.- Sam por favor- me susurró- no hagas esto, no quiero perderte, ya hemos pasado por mucho, como para que te rindas ahora. Me giré para verlo, s
SAMANTHA Definitivamente muy muy nerviosa, esa era la palabra para describir mi estado de ánimo, parecia como mi primera cita con Gabriel, deseaba tanto verlo, tocarlo, disfrutar de su delicioso aroma que me volvia loca, pero la realidad es que no podia permitirme estar tan cerca de él, porque con una mirada y una sonrisa, podría convencerme, y honestamente estaba contenta con mi vida más simple, con mi madre, mi hijo y mis nuevos compañeros de trabajo.Mi jefa habia sido muy comprensiva al permitirme ausentarme estos dias, le expliqué que es lo que tenía que hacer, y la verdad es que no me pagaría por los dias que faltaría pero conservaría el empleo.Me reí mentalmente cuando lo dijo, la verdad es que si supiera que mi esposo es multimillonario y que puedo pedirle lo que yo quiera, caería de espaldas al piso.Llegamos al edificio de la empresa, Antonio dijo que me veria ahí para hablar y después iriamos al juzgado, conservaba mi tarjeta de acceso, aunque no sabia si funcionaría. Me
GABRIEL -Adrian, necesito un auto eficiente, pero que no llame mucho la atención, quiero que pasemos desapercibidos cuando visite a Sam, lleva ropa informal, estaremos ahí todo el fin de semana. - Si señor, me haré cargo- sonrió discretamente.La semana pasó lentamente, ya tenia todo listo, solo Adrian me acompañaría, no debía desperdiciar esta oportunidad, tal vez podría convencer Samantha de volver conmigo. ***Llegó el día, el viaje se me habia hecho eterno, me moria por verla, bajamos del auto, y ella salió a recibirnos, se veia tan linda, con una sonrisa deslumbrante, sus ojos brillaban.- Señor Ferrer,¿en verdad es usted? eso si es ropa informal.- me habia puesto unos jeans, y una camisa azul de botones, con las mangas dobladas.- Te dije que podía ser discreto - me acerqué y la besé en la mejilla. -Ya veremos. Entré y saludé a Cecilia con un abrazo, quien cargaba a Diego.-¡Mi campeón! - él me sonrió- ven aqui bebé - lo cargué y lo besé, mi hermoso hijo estaba creciendo,
SAMANTHA Desperté envuelta en los brazos de Gabriel, se veía tan relajado, asi dormido, no quería moverme para no despertarlo, pero necesitaba urgentemente ir al cuarto de baño, asi que no tuve más remedio.- ¿A dónde vas?- dijo adormilado.-Tengo que levantarme.- entré rápido, cuando terminé decidí ducharme, sali enrollada en mi toalla, y Gabriel ya habia despertado por completo.- Ven aqui Sam, - me dijo sentado en la cama- tenemos algo pendiente que hablar.Suspiré, queria evitar esto, pero ya me habia atrapado.- Como te dije antes, - comenzó a hablar- eres mi esposa y tú lugar es conmigo, dime que es lo que quieres y sabes que te lo daré, pero ya no te alejes de mí, tu me amas y yo te amo, eso no ha cambiado, no debemos seguir haciendo esto.¿Como podía negarme a eso?, tenía toda la razón, lo amo, solo que me sentí abrumada por tantos contratiempos, pero ahora la amenaza de Susana y su padre ya habia sido resuelta, aunque siempre seria un desafío ser su esposa.- Te amo Gabriel,
GABRIEL SÁBADO POR LA MAÑANA Llegó el día de ir por mi familia, toda la semana me sentí ansioso, ya queria ver la cara de Sam cuando viera la casa, estaba seguro de que le gustaría. Habia decidido ir en el jet de la empresa, el aeropuerto estaba muy cerca de la ciudad y nos ahorrariamos mucho tiempo, Sam solo traeria algunas maletas, asi que no habria problema. Adrian rentó un par de autos, Raúl habia ido con nosotros y se llevaria el segundo vehículo. Llegamos a casa de Cecilia, pero Samantha aún no volvía del trabajo, aún le faltaban algunas horas, nos dedicamos a guardar todo, ya solo faltaba Sam. Cecilia habia decidido que iria con nosotros pero no ahora, queria conservar su casa, y haria algunos arreglos para eso. - Espero que ya no se separen Gabriel, aunque no lo creas, a Sami le dolió mucho esa decisión, yo solo quiero que ella sea feliz, es lo unico que siempre he querido, que tenga quien la ame. - Eso ya lo tiene, Cecilia, y yo nunca estuve de acuerdo con separarnos.