Ranzes Jeon
Otro día más despertando a su lado. Observo su nuca y el inicio de su cabello castaño, sus orejas suaves y sonrío como tonto, cada parte de ella es perfecto. Beso su nuca y su cabello con la intención de despertarla, se mueve un poco y gira en mis brazos para quedar frente a mi.
— Buenos días — Susurra con una sonrisita, sus ojos se ven demasiado pequeños y sus cachetitos están rojitos.
Tan bonito mi Hannah
— Buenos días ¿dormiste bien? — Asiente y frota sus ojos. — Hannah quiero que duermas conmigo, en mi cama — Dejo un besito en su nariz y observo como sus ojos reciben brillo poco a poco.
— ¿En tu habitación? ¿Cómo un matrimonio real?
— Si, en el lugar que te corresponde, como debió ser siempre y que por mi idiotez no pude darte, pero me arrepiento y quiero remediarlo — Paso mi nariz por su carita y al final beso sus labios lentamente.
A decir verdad, desde ayer en la tarde, mientras comíamos pensé en decirle, pero no supe como hacerlo.
Ya no puedo imaginar tenerla le