Capítulo 97 ¡Vete al infierno!
Al mismo tiempo…
En la oficina principal de la Corporación Romano, desde donde Luca dirigía todos sus negocios y empresas, la vibración del teléfono móvil interrumpió su ajetreada agenda. Una voz conocida, con un tono cargado de resentimiento, se escuchó al otro lado de la línea.
—¡Estoy en el vestíbulo de la Corporación! ¡Quiero hablar contigo!
Luca, con la voz endurecida por la irritación ante la aparición de ese hombre indeseable, respondió:
— ¿Qué quieres, Michael? No tengo nada que hablar contigo.
—Te equivocas. Tengo mucho que decirte, así que déjame subir. —replicó Michael desafiándolo.
—Está bien. —aceptó Luca, con un suspiro de resignación y enojo.
Después de colgar, pulsó un número y dio la orden de que lo dejaran entrar. Al verlo entrar en su oficina, Luca se puso de pie. La expresión de Michael no era la misma de siempre; le faltaba seguridad, había algo extraño en él.
— ¿Qué pasa? No estoy de humor para hablar contigo.
La mirada de Michael r