Capítulo 144 Ella me dará una hermanita
Los golpes en la puerta del apartamento de Michael fueron sonaban con fuerza repetidas veces. Michael no necesitaba preguntar. Solo su padre, Ronald Smith, tocaba con esa urgencia desesperada.
Al abrir, al visitante lo recibió el olor a alcohol y el desorden del lugar.
— ¿Sabes lo que has hecho? —rugió Ronald, sus ojos inyectados en sangre, entrando al apartamento—. ¡A esa mujer! La detuvieron por conducir borracha. ¡Te llamó y no acudiste! El magnate William ya se enteró de todo y viene en camino. Tuve que ir a sacarla de la cárcel.
—Qué bueno, papá —respondió Michael con tono simple, encogiéndose de hombros mientras encendía un cigarrillo.
Ronald se acercó, señalándolo con un dedo tembloroso. —¿Estás consciente de lo que haces?
—No más que tú cuando me metiste en ese matrimonio con esa loca fiestera —replicó Michael con frialdad—.
Ronald puso las manos en alto desesperado.
— ¿Cómo pude tener a un hijo tan bruto? Solo tenías que soportarla hast