••Narra Jessica••
Tres de la madrugada.
Tres de la madrugada y Arthur no ha vuelto. Han sido muchas noches donde duermo sola, desde que ocurrió aquella horrible tragedia. Traté de darle su espacio, de comprender su forma de actuar, de no alterarme porque llegará tarde o apestado a alcohol.
Estaba de luto, pero me gustaría… que se apoyará en mí.
Era consciente de que nuestro matrimonio era falso, que en realidad no teníamos ningún lazo que nos uniera. Es más, me llevaba muy mal con él, actuando como todo un soberbio pecaminoso, observando como en la oficina seducía compañeras de trabajo como si fuera un pasatiempo, por lo cual me mantuve alejada. Hasta que me metí en la boca del lobo.
Aunque técnicamente, no era mi culpa. Yo solo fui a archivos a buscar un documento, ¡lo cual es lo normal! No esperaba encontrarme a ese hombre en plena acción con una de las pasantes.
Y por supuesto, la chica semidesnuda no se pudo quedar callada cuando yo simplemente pensaba marcharme e ignorar lo qu