••Narra Vinicius••
—¿Qué pasa? Ven, crucemos —Le dije al ver que se quedaba en la acera, quieta.
Podíamos haber aprovechado que no estaban pasando autos para cruzar.
—Es carretera doble —Me miró con los ojos agrandados—. Deberíamos ir por las de una vía. Son más seguras.
Enarqué una ceja.
Era lo más normal cruzar esta clase de carreteras, era algo que aprendíamos desde jóvenes. Pero… supongo que existían personas que les tenían un miedo genuino a las carreteras.
—Tranquila, yo te estoy acompañando —Tomé su mano sin permiso.
Para mi sorpresa, no se apartó. Al contrario, abrazó mi brazo. Y se sentía muy bien. Algo en mi pecho se infló. Por más que fuera una mujer de veinticuatro años, aún me necesitaba. Después de todo, era su padre.
Con facilidad, cruzamos la calle. Pero por la fuerza que Kiara estaba ejerciendo, cualquiera diría que la estaba obligando a pasar un acantilado.
Al entrar al local, me soltó, analizando todo con la mirada. Pagué para que nos dejarán degust