Decía la niña intentando trepar el árbol donde se encontraba el gato del niño atrapado en la rama más alta.
— Baja de aquí Eli, puedes caerte, yo puedo bajarlo.
El niño estaba cerca de tomar al pequeño gato asustado, salió corriendo de la casa debido a que un perro apareció en el patio, mismo que ya sé había escapado de ser atrapado por la perrera.
— ¡Lo tengo!
Al tomarlo una de las ramas en las que estaba parado se rompió, provocando que le cayera a la niña que no se había percatado del peligro.