-¿Y a Leandrito dónde lo dejaste? –Preguntó Alberto al llegar a la oficina y ver a Marián frente a la computadora.
-Con la niñera que me consiguió el señor Braulio y lo sabes –respondió Marián con seriedad, dándose cuenta que fue una pregunta innecesaria, que él la habría formulado para sacarle conversación.
-Ese señor es muy amable, estuvimos conversando sobre emprendimiento y me contó que no siempre le ha sido fácil. Ha tenido bajadas y se ha levantado siguiendo adelante.
-Es bueno que aprendas de él, a pesar de su edad mayor se ve que mueve bastante dinero.
-Claro Marián, aunque no es fácil, nos toca un trabajo arduo levantar Empresas Bosques.
-¿Nos toca? Te dije que te apoyaría solo en este proyecto porque el señor Braulio insistía en que fuese yo la cabeza de la construcción de su restaurante –aseguró Marián.
-Eso lo sé, de igual modo podrías ayudarme a buscar más contratos. Piénsalo te ganarás un buen porcentaje al trabajar conmigo.
-Concentrémonos en esto, eso lo veremos