Capítulo 9. Mona vestida de seda
— ¿Es en serio papá? – Mauricio Del Toro asiente sonriendo — ¿no entiendo que te causa tanta risa? – reprocha Mariah a su padre.
— Es que Lea es tan “Mona” – expone con ojos soñadores el viejito lindo —, estaba toda nerviosa, pero mi Damián la va a cuidar – dice y la Doña junto a las dos mujeres que la acompañan jadea.
— ¡Es una Mona de verdad padre! – grita exasperada — ¿Qué no viste lo corriente que es? – el hombre se encoge de hombros.
Mauricio no es un pobre viejito, el caballero es un arma de doble filo, pero en vista de que su nieto-hijo se ha dedicado solo a gastar el dinero que por cierto ni siquiera le pertenece y su madre igual, debe por lo menos casarse y darle no uno sino ¡dos nietos! Como castigo a la sinvergüensura que ha mantenido.
— ¿Ah sí? – responde el hombre — pues yo ni siquiera lo vi incomodo – sonríe malicioso hacia la joven que tiene los brazos cruzados y los labios fruncidos — muy por el contrario…
— ¡Pues yo no lo acepto! – se pronuncia la madre de la