Capítulo 43. Cosas que pasan
Damián pierde el conocimiento y Mauricio lo sostiene con dificultad dada la altura y complexión del personaje. Gretta grita ante la impresión.
— ¡Dios mío Damián! – ayuda al hombre mayor a sostenerlo, pero pesa demasiado para ellos y las sillas se encuentran lejos — ¡auxilio, ayuda por favor! – la chica (ya no tan chica) se siente desesperada porque no solo su madre se encuentra mal sino que ahora su futuro esposo – sonríe ante el solo pensamiento – también está enfermo.
Un par de médicos seguidos de un hombre vestido completamente de blanco que empuja una silla de ruedas ayudan a sostenrlo mientras lo acomodan en la silla, la cual le queda pequeña según piensa Mauricio con un dejo de ironía.
— ¡Doctor! – se refiere al hombre vestido con un traje azul — ¿qué tiene mi muchacho? – las manos del viejito lindo tiemblan y su voz rota conmueve al hombre.
— Por ahora es un simple desmayo, pero lo vamos a atender y se aliviará – expresa el médico como si estuviese hablando como un niño —