Entonces levantó la cabeza y la miró con seriedad.
—Rubí… yo realmente te quiero. No solo un poco. Te quiero de verdad.
Rubí soltó una risita incrédula.
—¿Y así es como amas a alguien? ¿Lastimándola? —replicó con ironía—. Me pregunto qué te ofrecieron para que corrieras un riesgo tan grande. Quizá mis sentimientos no valgan nada para ti, pero ¿y tu familia, Noah? ¿Sabes las consecuencias de tocar a la mujer de Marcus?
Noah permaneció en silencio. No se atrevía a responder.
Rubí lo observó unos segundos más, luego sonrió con amargura.
—¿Cuánto te ofrecieron para hacer algo tan despreciable? ¿O acaso la persona que te pidió esto tiene tanto poder sobre ti?
Noah seguía sin decir una palabra. Su silencio lo decía todo.
Rubí bajó la voz, con una sonrisa triste que le heló la sangre.
—¿Fue Zoey? —preguntó con frialdad.
Noah miró a Rubí con asombro. No podía creer que ella lo hubiera descubierto tan rápido.
Rubí soltó una risa amarga.
—Nadie más me odia lo suficiente como para hacer algo tan