Después de una breve pausa, Rubí suspiró y continuó:
—Tampoco quiero ponerte en contra de toda tu familia por mis asuntos, y tampoco me importa tanto este tema. Mientras tú y Dylan me reconozcan como la señora de esta familia, no necesito nada más.Marcus asintió, comprendiendo que, en efecto, no era el momento adecuado para centrarse en el asunto del árbol genealógico. Extendió la mano, tomó la de Rubí y suspiró suavemente:
—No te preocupes, resolveré este asunto lo antes posible.Rubí asintió y, con ese gesto, la familia comenzó a cenar.
Dereck y Melisa habían regresado a la Antigua Residencia, pero Rubí sabía que, una vez Dylan se recuperara por completo, tendría que preguntarle sobre aquel incidente en el que se había escapado para buscarla y terminó lastimado. Si Melisa