Tras un par de minutos de observar la fotografía con detenimiento, y luego de que sus pensamientos viajaran irremediablemente hacia el pasado, Ronald alzó la cabeza y miró a Jenna, quien lo observaba con una mezcla de curiosidad y ansiedad, a la espera de respuestas.
—¿De dónde sacaste esta fotografía? —preguntó Ronald, rompiendo el silencio, mientras volvía a enfocar la vista en la imagen.
Jenna se aclaró la garganta y suspiró, antes de responder:
—Estaba dentro de una carpeta entre los documentos que me traje de la casa de mi padre. Dentro de ella había varios folios, contratos y pagarés en blanco con su nombre, Ronald, y el sello de La Corona Whitmore.
Al escuchar esto, Ronald soltó un suspiro y se recostó en la silla, cerrando los ojos por un momento, antes de abrirlos y mirarla fijamente.
—Verás, la historia es larga y complicada…. —Tragó saliva—. ¿Estás segura de que no quieres pedir un café o algo de beber? —preguntó, intentando preparar el terreno para lo que estaba a punto de