Horas más tarde, Mateo regresó a la oficina de Ethan para hacerle llegar una copia del mismo documento que le había entregado a Stella.
—Te traje una copia, imagino que deberás revisarla para la reunión de mañana. —dijo y se sentó en el sillón frente al escritorio de su socio.
—Sí, gracias. —Tomó la carpeta, hizo una pausa breve y luego le preguntó con curiosidad— ¿Y… mi madre, ya se fue?
—Sí, hace un rato. —contestó reclinándose en el asiento— Siempre me pide que le explique sobre los ingresos y luego termina diciendo que no entiende —Le respondió en tono burlón, pero sin mirarlo a los ojos.
—Sólo viene a incomodarme. Ahora le dio por querer visitarme y ver a Oliver, cuando nunca antes se ha preocupado de hacerlo. —espetó— No entiendo su repentino interés.
Mateo tragó saliva.
—¿Y qué tal te va con la nueva niñera que contrataste? —preguntó mostrando interés y cambiando de tema.
—Ya no trabaja conmigo. —respondió parcamente y sin dar mucha explicación.
—¿Tan pronto ren