Brigdoyoon, es el hijo único de la familia Weinzettel. Tras la repentina muerte de sus padres, pasará a ser el dueño absoluto de la fortuna de los Weinzettel, dejando los estudios para dedicarse a la empresa que una vez fueron de sus padres. Cuando pensó que todo iba de maravilla, llegó repentinamente una carta de su abogado, escrita y firmada por sus padres cuando aún estaban con vida, en la que estipula que, si al cumplir los 26 él no se ha casado, la herencia pasará a manos de su mayordomo Weinzettel al encontrarse entre la espada y la pared, le propondrá un trato a la persona menos indicada. ¿Ella llegará a aceptar el trato de Brigdoyoon? ¿Se casará antes de cumplir los 26 o cambiará de planes? ¿Acaso perderá la herencia que le corresponde?
Ler maisEra el día de la celebración del cumpleaños 25 de Brigdoyoon Weinzettel, pero él ya no quería celebrarlo ya que eso solo le recordaba lo que sucedió en su cumpleaños número 19, esa tarde no la quería recordar ya que ese día perdió a sus padres y siente que lo que celebra es su muerte, sabe que a los demás les gusta celebrar su cumpleaños ya que es la única fecha en la que trata de no ser un ogro con ellos, pero ahora eso de él ha cambiado ya no tiene nada que celebrar.
― ¿Quién diría? Que el cumpleaños del joven Weinzettel llegó más rápido de lo esperado ―dijo Leonor a Morsen, su subjefe.
―Sí, ahora ve a decirle a Arday que le lleve esa ropa a Brigdoyoon ―dijo Morsen a Leonor señalando la ropa nueva del joven Weinzettel.
Arday caminó con la ropa en percha hasta la habitación de Brigdoyoon, dio tres golpes esperando la respuesta de Brigdoyoon para que entrará y así poder darle la ropa
―Adelante Arday pasa ―dijo el joven Weinzettel.
― ¿Cómo supo que era yo, Brigdoyoon?
―Eres la única que desde que mis padres implementaron los nuevos trajes de limpieza y demás con tacones hace ruido al caminar ―dijo Brigdoyoon.
―Ha lo siento mejorare mi andar en tacones, por cierto, sus padres tiempo atrás le había comprado este traje para esta ocasión, ellos sabían que usted siempre quiso un traje así, así que lo compraron para esta ocasión ―dijo Arday extendiendo su mano con el traje marrón en brazos, sacando de sus pensamientos a Brigdoyoon.
―Muchas gracias Arday, esté color me encanta enseguida salgo ―dijo Brigdoyoon.
Se quito la pijama y se dirigió a darse una ducha, pues el calor ese día estaba peor que los días anteriores, preparó la bañera con aguas aromáticas de rosas y un poco de canela, pues, aquel olor de la canela le gustaba mucho, su cabello estaba más largo de lo normal lo llevaba hasta los hombros, lavó su cabello como de costumbre al salir de la bañera con la toalla alrededor de la cadera se dirigió hasta el espejo que colgaba en la pared, su cara era lisa sin granos ni espinillas, pues Brigdoyoon cuidaba mucho su rostro, sus ojos verdes, su cabello castaño claro le gustaba mucho, pero quería cambiar su look así que tomo las tijeras que estaban en la mesa junto al espejo cortando su cabello estilo librito, no sabía si este corte le quedaría bien, pero sabía que era momento de un cambio y de dejar las cosas en el pasado, pese a lo que le sucedió empezó a desconfiar de todos, Brigdoyoon ya no era aquel joven amable y educado que fue algún día, al terminar de hacerse el corte de cabello no podía creer lo bien que le quedaba, pues se miraba más guapo que de costumbre; pues era su cumpleaños número 25 y tenía que pasarla bien así fuera con sus empleados y unas que otras amistades.
― ¡Arday! ¡Arday! Podrías venir rápidamente necesito de tu ayuda ―gritó Brigdoyoon desde su habitación.
Aquel grito resonó por todos los rincones de la mansión, Arday al escuchar tan desesperado grito; subió las escaleras corriendo hacia la habitación del joven Weinzettel, al entrar a la habitación tropezó con una silla que estaba a la par del espejo, haciendo que Arday cayera de rodillas ante los pies de Brigdoyoon.
―Arday, levántate deja de holgazanear ―dijo Weinzettel mientras una pequeña risa de malicia se escapaba de su boca.
―No estoy holgazaneando joven Weinzettel, de lo apresurada que venía por su escandaloso grito, no me fije en esa silla haciendo que tropezara y cayera al piso ―dijo Arday levantándose rápidamente.
―Dime Arday ¿Qué tal me veo con este cambio de look y el traje que mis padres me compraron tiempo atrás? ―preguntó Brigdoyoon.
―Se ve muy apuesto joven Weinzettel, le queda muy bien ese conjunto ―dijo Arday, mientras sentía que su rostro se ruborizaba.
―Arday, mírame y dime ¿Qué es lo que sientes por mí? ―preguntó Brigdoyoon a Arday.
Arday miró a los ojos al joven Weinzettel mientras su rostro se ponía aún más rojo, no pudo mantener su mirada con la del joven Weinzettel el corazón de Arday se aceleró al sentir las caricias de Weinzettel en sus mejillas, Brigdoyoon se acercó hacia los labios de Arday haciendo que la respiración de ella se acelerará al mirar como él acercaba sus labios a los de ella, sin poder más Arday cerró sus ojos esperando con ansías a sentir los labios del joven Weinzettel junto a los suyos, una carcajada salió de la boca de Brigdoyoon haciendo que Arday se sintiera apenada y a la vez molesta por lo que él había hecho.
―Arday, Arday ―dijo Brigdoyoon. ― ¿Acaso creíste que te besaría? ―preguntó Brigdoyoon entre risas.
―No sabes cómo te aborrezco Brigdoyoon, continuo en este trabajo por el cariño que les tuve a tus difuntos padres y a la buena persona que alguna vez fuiste ―dijo Arday llena de ira, retirándose de la habitación del joven Weinzettel.
― ¿Le ha sucedido algo malo al joven Weinzettel? ―preguntó Morsen el mayordomo al ver a Arday en la cocina.
―No a ese idiota no le ha sucedido nada ―dijo Arday dando media vuelta, desapareciendo por uno de los pasillos de la mansión.
No dejaba de dar vueltas por la cabeza de Arday la imagen de Brigdoyoon acariciándole las mejillas y aún más cada vez que recordaba que él casi la besaba, hacía que su corazón se acelerará de una manera inexplicable, pues aún recordaba con cierta ternura la primera vez que llego a trabajar a aquella casa, era tan solo una joven de 18 años que desde muy temprana edad tuvo que empezar a trabajar para ayudar a sus padres con las necesidades que ellos tenían, los señores Weinzettel le asignaron una habitación en aquella mansión para que no tuviera que viajar a diario tan lejos, fueron los mejores jefes que llego a tener, pero se sintió más a gusto al momento en que conoció al joven Weinzettel, sintió que no sería la única joven en aquella enorme mansión.
―Arday todos están reunidos en el enorme salón listos para celebrar el cumpleaños del joven Weinzettel, solamente falta usted ―dijo Leonor la de la limpieza.
―Empiecen sin mí, me siento indispuesta para esta ocasión ―dijo Arday sintiéndose fatal.
―Lo siento, pero no podemos faltar ninguno de nosotros ya sabe que el señor Morsen al igual que el joven Weinzettel se molesta cada que falta alguien a la celebración que le llevamos a cabo ―dijo Leonor abriendo la puerta de la habitación de Arday.
―Leonor por favor, vete en este momento de mi habitación ―dijo Arday con su rostro rojo y sus ojos ligeramente hinchados de llorar.
―Entiendo lo que sucede aquí, le diré a los demás que te has enfermado repentinamente del estómago y no podrás asistir a la celebración que le haremos al joven Weinzettel ―dijo Leonor, marchándose de la habitación de Arday.
―Gracias señora Leonor, en cuanto me sienta mejor saldré para estar ahí con todos los demás ―mintió Arday.
Aquello la estaba matando, quería decirle a Brigdoyoon lo que sentía por él, pero no podía y no debía hacerlo él era solamente su jefe.
Mientras tanto Agatha, estaba desesperada por no encontrar a Brigdoyoon en ningún lugar, nadie lo había visto llegar la noche anterior, aquello le preocupaba un poco, pero no lo suficiente como para salir en busca de él, al contrario, deseaba que estuviera muerto, así todo aquello en la mansión le quedaría a ella.―Agatha, deberías de salir a buscar al joven Brigdoyoon ―habló Morsen.― ¿Por qué no sales tú si tanto quieres saber de su paradero? ―respondió.―Porque tú eres su esposa y yo solamente su mayordomo ―respondió saliendo de ahí.Agatha se encontraba molesta por lo que Morsen le había dicho pero la verdad es que estaba harta de aquella vida, de aquellos seis meses en un lugar que era odiada por todos.La tarde había caído y los padres de Arday aun no llegaban a casa, ella con ayuda de Brigdoyoon habían preparado la cena, él no quería irse de ese lugar en el que sentía que estaba completo ya que Arday estaba con él, pero no podía quedarse para siempre tenía una realidad y una vi
Andrés jamás había visto a un hombre en el estado como se encontraba Brigdoyoon, solo a una persona y era a su propia persona. Lo llevo a su casa para que pasara la noche ahí, le preocupaba mucho la salud de aquel joven que por cuestiones de la vida tuvo que tomar la peor decisión de su vida.―Grethel ayúdame por favor, abre la puerta mujer por caridad de Dios ―habló Andrés.Grethel al escucharlo abrió la puerta, al ver que traía consigo a un hombre delgado, ebrio y con parentesco a vagabundo no sabía lo que pasaba por la cabeza de su esposo.―Pero Andrés ¿quién es este vagabundo? En que estas pensado ―vociferó Grethel.―Deja de hablar y ayúdame además no es un vagabundo es el joven Weinzettel ―respondió Andrés.Arday al escuchar lo que su padre había dicho despego la mirada del pequeño televisor y miró hacia la entrada de la puerta, al ver el estado en que se encontraba Brigdoyoon quedó en shock, se dio cuenta de lo mal que la estaba pasando esos seis meses de casado con Agatha.―Hij
Habían pasado tres horas desde la llegada de Agatha a la mansión de Brigdoyoon, él aún no había llegado, pero ninguno de los empleados la estaba pasando de maravilla en especial Arday, quién con solo la presencia de Agatha sentía que estallaría de furia en cualquier momento.― ¿Qué acaso no hay algo divertido en esta casa que me entretenga? Todo es tan viejo y aburrido, ahora entiendo porque Brigdoyoon es tan amargado ―habló Agatha.―Agatha ya cállate, deja de hablar de tu prometido de esa manera ―habló Tania sin darse cuenta que Arday estaba detrás de ellas rellenando los vasos y platos con comida.― ¿Prometido? ―interrumpió Arday.―Ah, Arday que susto nos has dado, si no sabías que Brigdoyoon me ha pedido su mano y por eso estoy hoy aquí ―sonrió Agatha triunfal al ver la cara de Arday.―No, no lo sabía ―respondió Arday.Arday a como pudo se retiró de aquel lugar, se dirigió a la cocina y sus manos no dejaban de temblar al igual que su corazón, se sentía extraña como que, si algo den
A la mañana siguiente.Clara había salido muy de mañana de la mansión de Brigdoyoon, llegando hora y media más tarde a casa de Agatha Clorlk. Una mujer de unos 38 años salió a recibirla era Tania.― ¡Buenos días ¿señora?! ―sonrió Clara.―Buenos días joven, soy Tania ―habló.―Mucho gusto, soy Clara, mi visita a estas horas de la mañana se debe a que el joven Brigdoyoon Weinzettel, mi jefe, me pidió que llevara a la señorita Agatha a su mansión ―dijo Clara.―Ah, está bien joven, pasa por favor, la señorita Clara aún no se ha despertado, pero si me lo permite, la puede esperar en la sala para así despertarla y alistarla para ir a la mansión de Weinzettel, tome asiento, le traeré un poco de refresco, me imagino lo cansado que debe de ser para una mujer cabalgar desde un lugar tan largo para venir hasta aquí ―comentó Tania.―No se preocupe señora, ya estoy acostumbrada a salir en caballo a distancias largas ―sonrió Clara sentándose en el sofá café de cuero que estaba en la sala.Tania cami
Los padres de Arday al escuchar lo que Brigdoyoon les decía lo entendían a la perfección, Brigdoyoon estaba entre la espada y la pared, tenía que elegir entre la herencia que le había dejado sus padres y el amor de Arday.―Joven, ten por seguro que no te odiaremos, nosotros tomaremos la decisión por ti, te damos una semana para que despidas a Arday, pero antes deja escrito una carta en la cual expliques lo que estás haciendo, nosotros se la entregaremos en el tiempo que creamos conveniente, ella nos odiara a nosotros y a ti por lo que haremos, pero entenderá perfectamente bien lo que haces, no quieres verla sufrir más de lo que ya lo hará, créeme, lo haremos por su bien ―dijo Grethel.― ¿Por qué aceptan tan rápido lo que digo? ―pregunta Brigdoyoon sin entender nada―Lo hacemos porque entendemos perfectamente el punto en el que estas, créenos, nosotros mejor que nadie sabemos por lo que estas pasando y tu herencia, por ahora es lo más importante, quizás pensaras que estamos siendo egoí
Todos seguían el plan, todos los de la policía iban en busca del mismo objetivo que era capturar a Alarick vivo o muerto, sin dejar a sus matones vivos. Disparo, sangre, gritos se escuchaban en la mansión de Alarick y el seguía sin percatarse de lo que sucedía. La noche en Merlín, era más oscura de lo común, era como si alguien hubiera colocado un manto oscuro en el cielo, ocultando toda estrella y nube, no había sonido alguno, ni siquiera el del viento al estremecer los árboles. Todo parecía que acabaría pronto, los matones iban huyendo con Alarick por los túneles, sin saber lo que les esperaba ahí, sus matones iban en la cabecilla mientras él iba siguiéndolo al final, hacia lo que creían que sería su libertad, las bombas empezaron a estallar, el primero en morir en el túnel fue Ulises, los restos del cuerpo de Ulises salieron volando hacia fuera del túnel y otros llegaron hasta el fondo, una cortina de humo se levantó, Alarick estaba aterrado, no sabía qué hacer, se sentía como una
Último capítulo