CAPÍTULO 34: ALGO QUÉ CONTARLES.
Dina Carnelutti
La pantalla me muestra a un Carlos radiante y no puedo evitar derramar algunas lágrimas.
—Anda, que no me esperaba que así comenzara nuestra llamada, tonta. —dice y yo me río.
—Bueno, pues sucede que me conmueve verte feliz, estás radiante. Y te ves un poquito más gordo, pero te sienta bien. —respondo y él sonríe.
—Bueno, es que es bastante diferente a la vida en Venezuela. No te mentiré diciendo que todo aquí es perfecto, no. Pero trabajando duro y sobretodo, queriendo surgir, se pueden obtener grandes oportunidades, Dina. — dice y lo veo sentarse en un sofá.
—Aquí al principio tuve que trabajar de suchef, bartender y demás para mantenerme en pie con las rentas y los pagos de servicios, pero me encanta que nunca nos falta la electricidad y el agua también está disponible mientras tengas suficiente para pagarla. —me explica.
—Suena bastante bien, ¿y el clima allí? ¿qué tal está?— pregunto y él se ríe.
—El invierno es inclemente, se me han congelado lugares que ja