La mañana siguiente, la ciudad de Starville despertó con un aire de renovación. Las calles, aunque todavía mostraban cicatrices de la tormenta, ya comenzaban a recuperar su actividad. Los colegios reacondicionados estaban listos para albergar temporalmente a las familias desplazadas, y la fundación empezaba a entregar los materiales para reparar las viviendas dañadas. Todo parecía estar marchando según lo planeado, pero las verdaderas pruebas estaban por venir.
Una reunión crucial…
En la casa, Javier convocó a una reunión con todos los involucrados en los proyectos de reconstrucción. La mesa de la sala principal estaba llena de planos, reportes y presupuestos.
—Tenemos que asegurarnos de que esto no se convierta en un proyecto que se prolongue indefinidamente. La gente necesita resultados concretos y rápidos —dijo Javier, señalando un gráfico con las metas de la siguiente fase.
Lucía, siempre meticulosa, añadió:
—Estoy de acuerdo. Pero he estado revisando los presupuestos, y aunque no