Valentina era una joven estudiante de administración, para poder costear sus estudios consiguió un trabajo de medio tiempo como niñera, pero nunca imaginó que su jefe ocultaba un gran pasado. El paso de los años empezó a tomarle cariño a ambos, pero llegó el día de conocer el pasado que tanto atormentaba a su jefe, dónde ella tuvo que tomar una decisión. Su destino le tenía preparado una serie de sucesos, sin imaginarse que llegaría a dirigir lo que su jefe inició.
Leer más—Valentina apresúrate sino llegaremos tarde nuevamente— grito una voz.
—Voy lo más rápido que puedo Natalie, sino fuera por ti no estuviera en esta situación— Respondió Valentina.
—Lo siento pero me costó mucho despertarme está mañana— dijo Natalie
Ambas chicas llegaron a la universidad poco antes que iniciarán las clases.
—Valentina ¿Tu me dijiste que querías conseguir un trabajo de medio?— dijo una de sus compañeras.
—Asi es.
—Mi tía está apunto de dejar su trabajo por motivos de salud pero me dijo que podía recomendarte eso sí es de niñera.
—No era lo que esperaba.
—Si te lo menciono es por qué hay buena paga, aparté que el jefe casi no se mantiene en casa, es gerente de Santos's Home Food.
—¿Y cuando iniciaría a trabajar?
—Lo más pronto, si tu quieres le aviso para que coordine la entrevista con su jefe.
—Esta bien pero no le digas nada a Natalie aún.
—Lo que digas.
Las clases comenzaron con normalidad, Valentina no lograba concentrarse por lo que su compañera acababa de decirle, al finalizar las clases cómo eran de costumbres se quedaban un rato en el campus, en ese se le acerca corriendo nuevamente su compañera.
—Valentina hasta que te encontré.
—¿Que pasa?
—Mi tía dice que su jefe puede entrevistarte hoy en el restaurante pero la cita es en 30 minutos.
—Tan pronto.
—Asi es.
—Deseame suerte entonces.
—Cuando llegues pregunta por Ignacio Santos
Valentina sale del campus, toma un taxi y se dirige hacia el restaurante, al llegar pregunta en caja.
—Buenas tardes, busco al Sr. Ignacio Santos.
—¿Tiene alguna cita con él?
—Asi es.
—¿Cual es su nombre?
—Valentina Wilson
—Ya le aviso.
El cajero se dirige hacia la oficina del gerente, a los pocos minutos regresa.
—El Sr. Ignacio le atenderá en estos momentos puede pasar por la oficina.
—Muchas gracias.
Me dirijo hacia la oficina, la puerta estaba abierta, golpeó para notificar mi llegada.
—Adelante.
—Buenas Tardes Sr. Ignacio.
—Continue Sra. Valentina, tome asiento por favor.
Me siento nerviosa, tomo asiento.
—¿Que edad tiene?
—20 meses, en unos meses cumpliré 21.
—¿Tiene alguna experiencia laboral?
—Ninguna, me he dedicado a mis estudios.
—¿Porque motivo desea ser niñera?
—Quiero un trabajo de medio tiempo, yo estudio por la mañana y buscaba algo que se adaptará a mi tiempo.
—¿Tiene hermanos pequeños, hijos?.
—Ninguna de las dos.
—Haremos lo siguiente, le daré una semana de prueba, los primeros 3 días estaras con compañía de la Nana quien lo ha cuidado en los últimos 6 años y lo agarró de pequeño, el salario sera de $400 dólares.
—Me parece perfecto.
—Entonces vaya a esta dirección, esperó que no haya inconveniente lo que pasa es que la nana actual solo le quedan estos días.
—No tengo ningún inconveniente solamente que no he almorzado.
—Entlendo, en ese caso pase por caja y con este vale compré un almuerzo y luego se dirige a la dirección que le brinde.
—Le agradezco.
Salí de la oficina y pase por caja, primera vez que comía en ese restaurante pero toda la comida era bastante sana, pedí un platillo, me aligere a comer y salí rumbo a la dirección.
Llegó y me recibe una señora.
—Tu debes ser Valentina la compañera de clase de mi sobrina.
—Asi es.
—Pase adelante, le presentaré al niño.
En eso llama al niño.
—Dylan ella es Valentina y será tu nueva niñera, sabes que yo a veces me pongo bastante mal y lo mejor es descansar—le dijo al niño —el niño es muy bien portado no te dará problemas, aparte el Sr. Ignacio es tranquilo como jefe, se que lo harás bien— me dijo ella.
—Entiendo, bueno esperemos pueda hacerlo bien como usted lo ha venido haciendo.
—Ya verás.
Pasaron los días y no me costó adaptarme al ritmo, el niño recibía clase en las mañanas, yo llegaría a las 2 de las tardes y me retiraba a las 8 de las noches que llegaba su padre, tomaba un taxi por lo tarde pero eso me la pagaba el Sr. Ignacio, en ocasiones venía un familiar de Orderion según entendí eran familia por qué Dylan la llamaba tía pero luego entendi que era de cariño, pocas veces socializaba con él hasta que un día me sorprendió y nos pusimos a charlar.
—Valentina cuáles son tus sueños.
—Mi sueño es darle un hogar a muchos niños que no tienen uno, hay muchos niños que están en orfanatos pero no sienten el cariño de tener a un padre o una madre, yo deseo adoptar un niño cuando sea mi tiempo.
— ¿Porque adoptar si aún eres joven para tener a uno propio?
—Lo que pasa Sr. Ignacio aunque yo lo desee mucho yo no puedo tener hijos, tengo problema en mis ovarios y si llegase a quedar embarazada sería un embarazo de alto riesgo, así que mejor adoptó antes de pasar por algo tan doloroso.
—Después de salir de la universidad que harás.
—No es que quiera dejarlo sólo pero pienso buscar trabajo en la fundación Santos, se que ellos trabajan con bastante niños de la calle, pero lo importante no es solamente darle comida, educación y refugio sino darle cariño, la Fundación Santos trabaja muy distinto a los orfanatos, se dice que la fundadora era una mujer carismática, oiga no será algún familiar suyo porque llevan el mismo apellido.
—Te aseguro que no, muchos me han preguntado si el restaurante es mío por qué lleva el mismo apellido.
Se levantó un poco incómodo, pensé que había dicho algo malo y no volvimos hablar del tema.
Han pasado seis meses desde la tormenta que cambió el destino de Starville y de muchas comunidades vulnerables en la región. Lo que comenzó como un acto desesperado por salvar vidas en medio de una crisis se transformó en un movimiento que trascendió barreras, generó esperanza y creó un legado de solidaridad.El sol nacía en Starville, iluminando un paisaje que ahora lucía completamente renovado. Las calles estaban llenas de vida, las viviendas reconstruidas brillaban con colores vibrantes, y los niños jugaban en plazas recién inauguradas. En el corazón de la ciudad, un nuevo centro comunitario llevaba una placa con las palabras:"Dedicado a todas las manos que construyeron un futuro mejor, porque la fuerza de una comunidad es más poderosa que cualquier tormenta."Esa mañana, Valentina organizó una reunión especial en la casa principal. El equipo central, las comunidades aliadas, y representantes de las familias beneficiadas se reunieron para celebrar lo que habían logrado juntos.—Ho
Los días pasaban, y la Fundación Amigos se consolidaba como un símbolo de esperanza en la región. Javier y Valentina habían logrado un impacto significativo en las tres comunidades vulnerables que apoyaron, pero sabían que no podían detenerse ahí. Había una oportunidad de transformar no solo comunidades específicas, sino también la mentalidad de toda la región.Una noche, durante una reunión con su equipo, Javier presentó una idea que había estado madurando.—No podemos hacerlo todo nosotros. Si seguimos ayudando de manera directa, llegará un momento en que no daremos abasto. Necesitamos empoderar a las comunidades para que se ayuden entre sí. Crear una red de apoyo entre ellas, algo que sea sostenible en el tiempo.Lucía, siempre pragmática, levantó una ceja.—¿Cómo funcionaría algo así? La mayoría de estas comunidades apenas están reconstruyéndose.Javier desplegó un esquema que había estado trabajando con Valentina.—Las comunidades que ya hemos ayudado tienen recursos, conocimient
Con Los Cedros avanzando rápidamente hacia la recuperación, Javier y Valentina sabían que no podían detenerse. La noticia del trabajo de la Fundación Amigos había llegado a otras comunidades vulnerables, quienes ahora esperaban con ansias el mismo apoyo. Javier decidió reunir al equipo para definir los próximos pasos.En la sala principal de la casa, Javier colocó un mapa regional sobre la mesa. Estaban marcadas otras comunidades afectadas por la tormenta, con anotaciones sobre los niveles de daño y los recursos necesarios.—Los Cedros ya está en marcha, y el progreso es visible. Pero no podemos ignorar las peticiones de ayuda de otras comunidades. No se trata solo de reconstrucción. Es la oportunidad de crear algo más grande —dijo Javier, mirando al grupo.Lucía, que había estado recopilando información, tomó la palabra.—Tenemos reportes de tres comunidades más que necesitan apoyo urgente: El Manglar, La Esperanza y Santa Clara. Cada una tiene necesidades específicas. Por ejemplo, E
Al día siguiente, Javier convocó a Valentina, Lucía, Natalie y las demás al salón principal de la casa para discutir la propuesta del gobierno. Sobre la mesa estaban mapas y datos de las comunidades cercanas a Starville que también habían sido afectadas por la tormenta.—El gobierno quiere que expandamos nuestro trabajo de reconstrucción a otras comunidades de la región. No es una idea descabellada, pero creo que debemos enfocarnos en las más vulnerables, no podemos abarcarlo todo —dijo Javier, con un tono que denotaba tanto pragmatismo como ambición.Lucía, con su enfoque analítico, respondió mientras revisaba los datos.—Estoy de acuerdo. Si nos extendemos demasiado, corremos el riesgo de que nuestras acciones pierdan impacto. Hay que identificar las comunidades más necesitadas y priorizarlas.Natalie, que siempre estaba al tanto de la logística, agregó:—He hecho un análisis preliminar. Hay al menos cinco comunidades cercanas a Starville que están en una situación crítica. Muchas d
La mañana siguiente, la ciudad de Starville despertó con un aire de renovación. Las calles, aunque todavía mostraban cicatrices de la tormenta, ya comenzaban a recuperar su actividad. Los colegios reacondicionados estaban listos para albergar temporalmente a las familias desplazadas, y la fundación empezaba a entregar los materiales para reparar las viviendas dañadas. Todo parecía estar marchando según lo planeado, pero las verdaderas pruebas estaban por venir.Una reunión crucial…En la casa, Javier convocó a una reunión con todos los involucrados en los proyectos de reconstrucción. La mesa de la sala principal estaba llena de planos, reportes y presupuestos.—Tenemos que asegurarnos de que esto no se convierta en un proyecto que se prolongue indefinidamente. La gente necesita resultados concretos y rápidos —dijo Javier, señalando un gráfico con las metas de la siguiente fase.Lucía, siempre meticulosa, añadió:—Estoy de acuerdo. Pero he estado revisando los presupuestos, y aunque no
El evento en la plaza de Starville marcó un antes y un después en la comunidad. La respuesta de las familias y los comerciantes fue abrumadora. Las sonrisas y los agradecimientos de las personas dejaron claro que estábamos en el camino correcto. Pero también quedó evidente que aún había mucho por hacer. Esa noche, después del evento, nos reunimos en la casa para discutir los próximos pasos.Javier estaba en la sala principal con un mapa de Starville desplegado sobre la mesa. Aunque su salud todavía no estaba al cien por ciento, su energía para planificar era inagotable.—Starville no solo necesita una reconstrucción física, sino también económica —dijo, señalando varios puntos en el mapa—. Muchos de estos negocios pequeños son el corazón de la ciudad. Si no se reactivan pronto, toda la recuperación será más lenta.Lucía asintió, tomando notas rápidamente.—Justo hoy hablé con algunos de los comerciantes en el evento. Están desesperados por volver a trabajar, pero la mayoría perdió inv
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