Semanas después.
Luego del llamado de atención que Samantha le hizo a Kim, aquella mujer se esmeró en la organización de la inauguración del palenque.
Los empleados corrían de un lado a otro, ultimando detalles. Sam había pedido que todo fuera perfecto.
Dentro del hotel Samantha recibía a sus invitados, entre ellos sus padres: Francisco y Angélica, sus suegros: Álvaro y Alondra, sus padrinos: Carlos Duque y su esposa Elizabeth, luego de darles la cordial bienvenida, les mostró las impecables habitaciones dispuestas para ellos.
Instantes después sus labios formaron una gran O al mirar a su amigo y casi hermano Alex Vidal tomado de la mano de una mujer distinta a las que acostumbraba a salir.
—Buenas tardes —saludó Alejandro con una amplia sonrisa, abrazó a Sam con cariño.
—Hola, bienvenidos —contestó Sam y estrechó a Alex.
—María Dolores, ella es Samantha Mondragón, una de mis mejores amigas, es la madre de la pequeña con la que suelo comunicarme por videollamada —informó