Punto de Vista Maximiliano
Esa tarde el silencio entre Madison y yo, fue inevitable, ella estaba visiblemente molesta, sin embargo, hay cosas que se salen de control, y hay que enfrentarlas, como la asquerosa reunión que tenía con Samantha .
Susana acompañó a su padre y decidió que se quedaría esa noche en el hospital, Sullivan nos recogió y nos llevó a la mansión.
Apenas Madison entró, se fue directo a saludar a Leoncito y se fueron hacia su habitación, suspiré resignado, ni siquiera su molestia impediría que tuviera que marcharme al otro día.
Pero no me iría enojado, así que llegué hasta su habitación y le di dos toques a la puerta.
—¡Si! —Se escuchó al otro lado
—Madison , preciosa soy yo, ¿Podemos hablar?
Por un lapso de tres minutos hubo un gélido silencio que me estaba atormentando, pero de repente el pomo de la puerta se giró y ella me abrió.
Ya estaba en pijama, la bendita pijama improvisada por un top de tiras y una pequeña bermuda.
—Sigue—me dio la entrada y se giró, de ma