"Karim", susurré su nombre.
Me chupó el clítoris con dureza en la boca mientras deslizaba otro dedo en mi entrada. Me zafé de la piel y lo agarré, gimiendo de anticipación mientras él me bombardeaba con aquella sensación abrumadora. Cerré los ojos y arqueé la espalda. Deslizó un segundo dedo dentro de mí mientras agitaba la lengua de un lado a otro, una y otra vez sobre mi sensible nódulo.
Me retorcía sobre la piel; mi cabeza colgaba ahora del borde de la cama, pero Karim me sujetaba con fuerza los muslos, comiéndome a conciencia.
"¡Karim! ¡Karim!", grité cuando ya no pude aguantar más.
Gruñó por lo bajo, y la vibración que produjo me hizo detonar a su alrededor. Todo mi cuerpo se estremeció violenta e incontrolablemente.
"Karim, oh, Karim". Mis gritos se convirtieron en susurros cuando mi cuerpo tembloroso se relajó y me fundí con la piel mientras Karim sorbía mi jugo.
Se apartó y me besó por todo el cuerpo, untando los jugos que aún tenía en los labios. Abrí los ojo