Nohelia era un mar de nervios, Nikolay la tomó de la mano y subieron al auto seguido por los guarda espaldas, el trayecto fue en un silencio sepulcral y sus pensamientos un completo caos.
"Quiero a mi hija tú no la deseaste así que es únicamente mía. No así no. Sergio, tú y yo no estamos casado, nuestro matrimonio no existe, así que vengo por mi hija. ¡Rayos! Ojalá pueda hablar sin llorar" —su debate mental le causaban fuerte dolores de cabeza. Y Nikolay la sacó de sus cavilaciones.
—¿Me estás escuchando Nohelia?
—¡Eh! No, no te escuché, discúlpame, mi mente es un caos completo. —respondió llevándose las manos a su rostro por la frustración que sentía.
—Que tendrás que divorciar te de Sergio.-dijo Nikolay mirando sus ojos llenos de tristeza.
—Mi matrimonio no existe Nik, fui cruelmente engañada creí que aquel matrimonio era verdadero y hasta el abogado se prestó para este engaño.
—¿Me darás el nombre de ese abogado? Necesito saber bajo que condiciones está elaborado ese contrato.
—Ma