—Se siente extraño estar de regreso —comentó Hannah, observando por la ventana—. Y extraño a tus papás —añadió con un puchero.
Si no hubieran tenido compromisos laborales, habría insistido en quedarse en Italia un tiempo más.
Teo sonrió con ternura.
—Volveremos tan pronto como podamos, lo prometo.
—Eso espero. —Hannah soltó un suspiro—. ¿Crees que haya muchos periodistas en la agencia?
—Es lo más seguro, pero no tendrán oportunidad de llegar a ti.
Apenas habían regresado el día anterior y esa mañana ya había reporteros amontonados frente a la casa. Algunos se habían acercado al auto mientras salían, lanzando preguntas y tomando fotos sin descanso. Seguramente otros tantos los esperarían en la entrada de la agencia.
Contratar guardaespaldas a tiempo completo había sido una excelente decisión. Teo no pensaba permitir que nadie se acercara a Hannah.
—No veo la hora de dar esa bendita entrevista y cerrar el capítulo de Duncan —dijo Hannah—. Quiero que todo este circo termine pronto. Todaví