- ¿Os conocéis desde hace mucho? - preguntó Amelia mientras paseaba a Alex por el parque. Aún sostenía el pingüino de peluche en sus brazos.
- Sí, era amigo de Megan. - respondió Alex sin mucho entusiasmo.
Ella notó que su expresión era cerrada e irritada.
- Ah... - se le escapó. - Y no os caéis muy bien al parecer. - comentó Amelia, investigando muy despacio.
- ¿Cambiamos de tema? Tengo hambre y me encantaría una salchicha con mucha mostaza. - Se acercó al puesto de salchichas.
Amelia estuvo de acuerdo, pero no estaba convencida y hablaría de ese tema más tarde. Siguió a Alexander y buscó su cartera en el bolso.
- Dos salchichas y dos refrescos. - preguntó al dependiente, sonriéndole.
- ¿No me va a dejar pagar? - preguntó Alex, cruzándose de brazos.
- En teoría, pagas tú. Estoy usando tu dinero. - Amelia parpadeó.
- Entonces, si estoy pagando, quiero una cerveza. - Contestó, mirando al dependiente.
- No puedes beber. - Amelia estuvo a punto de reñirle, pero Alex la ignoró.
- Tú cond