Cuando Alexander terminó de hablar por teléfono, Amelia seguía sentada en la cama esperando.
- ¿Estás seguro de que va a funcionar? - preguntó preocupada.
- John es un investigador con experiencia. Estuvo en el FBI y aún tiene contactos dentro. Contactos importantes y poderosos que harían cualquier cosa por meter entre rejas a alguien como el alcalde de esta ciudad.
Amelia lo miró pensativa.
- ¿Qué pasa, cariño? - preguntó preocupado.
- ¿Es el detective que contrataste para investigarme? - preguntó ella.
Alex asintió.
- Sé que te dolió y no voy a poder disculparme lo suficiente...". - Alex empezó a hablar, sentándose a su lado.
- Alex, ya se acabó. - Habló ella para silenciarlo mientras le ponía el dedo sobre los labios. - Sólo quiero que me digas una cosa.
- ¿Qué cosa? - Preguntó él.
- ¿Es bueno? - cuestionó ella, notando la sonrisa de Alexander.
- Es excelente, Amelia. John es el mejor investigador que conozco. - Habló mientras la tranquilizaba. -Si alguien puede ayudar a que las c