Daniel García, era llamado "El mexicano", de sangre fría, intimidante, un experto en hacer negocios sucios, rodeado de mujeres, adicto al juego, así como al nunca se saciaba. Pero, su camino cambia cuando se ve obligado por su padre a contraer matrimonio con la única hija de su padrino, Carolina Beltrán y, así obtener más poder como más territorio en los negocios familiares. Pero ocurren atentados contra su familia, Daniel, busca a los culpables, pero entre más escarba, secretos encuentra, haciéndole pensar que el enemigo podría estar en su misma familia. +18
Leer másDiez años después…—No voy a permitir que salgas así, —Daniel respingó molesto. Se cruzó de brazos y la miró. —No, no, no y no.— ¿Porqué? —preguntó curiosa.
Meses después…Los Ángeles, California.Carolina paseó de un lado a otro acariciándose la gran barriga, estaba con elcabello desarreglado, en pijama, con gesto cansado, siguió caminando de un lado a otro de la habitación.La puerta se abrió y apareció Daniel con un contenedor y dentro había hielos en cubos.—Aquí tienes—Daniel estaba preocupado, había sido meses difíciles con el embarazo de Carolina, tenían una enfermera de tiempo completo, quien era la sexta en ser contratada en los últimos meses,no podían con el humor de Carolina, las hormonas habían hecho de ella…una&
“Aun no” Carolina escuchó la voz de una mujer. Abrió los ojos y vio a una enfermera morena, de ojos grandes color marrón, una sonrisa apareció en sus labios.—Bienvenida señora García. —Carolina cerró sus ojos, tenía sueño, el dolor había desaparecido. Volvió a abrirlos y miró a la misma mujer. —Llamaré al doctor para decirle que finalmente ha despertado. —la mujer estaba a punto de moverse para salir de la habitación cuando Carolina tomó su muñeca bruscamente. Ella abrió sus ojos mucho más de lo normal cargados de sorpresa, podría decirse quese asustó.—¿Dónde estoy? —preguntó Carolina apenas con un hilo de voz, su garganta estaba seca.—En el hospital central de Phoenix. —luego soltó la&nb
—¿Creíste que te escaparías así sin más? —Fernando anunció, la volvió hacia a él y su arma la puso en el centro de su frente. Él apretó su mandíbulacon fuerza. —Sé qué mi madre te ayudó a escapar, no sabe lo que le espera cuando regresemos.—¡No voy a regresar contigo! Así que… ¡Si vas a disparar, hazlo! —gritó Carolina, Fernando la puso contra la parte trasera de la camioneta, ella jadeó, este la miró con mucha ira, más al no poder tirar del gatillo, no podía, algo lo detenía, le sostuvo la mirada, apretó más el arma contra la pielde ella, Carolina respiraba agitada, tenía miedo, mucho, pero era una roca para él, no le demostraría que finalmente le había ganado. —Dispara
Carolina al ver que el chófer no tenía intención de dejarla ir, tomó su arma y se la puso en la cabeza, el hombre de seguridad, se tensó, sabía que la mujerdel mexicano, haría lo que fuese para irse.—Tranquila, señora García—Carolina presionó con más fuerza el cañón del arma contra su piel.—No me digas “tranquila” no sabes lo que he dejado atrás, así que, giras en la próxima salida y regresas, o te bajas del puto auto
—No me han cazado aun—dijo Fernando seguro de sus palabras, apretó con más fuerza su arma, Daniel no le quitó el ojo de encima, la mujer dio un paso adelante.—Carolina Elizabeth Beltrán de García, alias “la mexicana”… lo ha hecho. —Fernando sintió su piel erizarse por completo al escucharle hablar, apretó su mandíbula, no se dejaría atrapar así de la nada por nadie, ¿En qué momento se había escapado de sus manos? Entonces imaginó que su madre estaría detrás de todo esto. Alguien más estaba ocupando el lugar de Carolina en la casa de él, en aquellahabitación.—No tenemos mucho tiempo—se escuchó a una segunda de mujer, Fernando reconoció quien era: Anna Velazco, una de sus más grande enemigas. Sus miradas se&n
Último capítulo