Estaba en el cuarto de Hazel, estaba empacando sus ropas; él se puso feliz cuando supo que tendríamos unas vacaciones juntos, estaba emocionado porque nunca antes había hecho un viaje y mucho menos con su padre.
—¿Y podré ver a papá durante todo el día? —preguntó mientras no paraba de botar sobre la cama una y otra vez.
—Así es —le contesté.
—¿Ya no se irá a trabajar?
—No señor, tiene que recuperarse. ¿Puedes parar de hacer eso por favor? —me detuve a mirarlo, me estaba desconcertando. Se echó sobre la cama— gracias. –—le sonreí y continué empacando.