Alexander Laurent
Me encontraba en mi auto, frente a la puerta mi casa. Había tenido un día intenso y estaba realmente agotado, sobre todo ahora que tenía que enfrentarme a lo más importante, pero estaba absolutamente seguro de que, si podía ver a Freya y escuchar su voz, podía relajarme, era lo único que en este momento me daba fuerzas. Después de unos minutos, me bajé del auto y entré en la casa, daban las nueve y estaba casi todo oscuro.
Prendí la luz y ocurrió lo que menos me esperaba, encontrarme a Celeste esperándome sentada en las escaleras.
—Hasta que por fin llegas.
—Celeste ¿qué haces aquí?
—¿Espe